En la Escuela de Medicina de la Universidad Finis Terrae, existen variadas posibilidades de especialización para médicos. Una de estas opciones es la especialización en oncología médica, la que está orientado a formar especialistas en el tratamiento de pacientes con patologías oncológicas, con entrenamiento específico en centros de salud de alta complejidad guiados por un equipo de especialistas del área. Una de las residentes del programa es la Dra. Schüler, quien es egresada de la Escuela de la UFT, y le solicitamos nos contará acerca de su experiencia en medicina y en su especialización.
Para introducirnos en su relato nos señala: “ Soy la Coni Schüler; hija y hermana mayor, amiga, y recientemente señora. Conversadora, de risa fácil, inquieta, dispersa y estudiosa. Ex vicepresidente del CEM tanto en mis años pre-clínicos, como en el internado. Soy además ex vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la UFT. Ex participante activa de los trabajos de invierno y verano de ASUFINIS, de los operativos de salud de MEDFINIS, y de muchas actividades más. Actualmente curso la residencia de oncología médica en la UFT”.
Ante nuestra consulta de su elección por la oncología nos comenta: “En tercer año tuvimos un curso de oncología básica, donde quedé por un lado, espantada con la epidemiología del cáncer; y por otro, fascinada con todos los hallmarks que esta máquina perfecta iba adquiriendo para finalmente transformarse en una célula tumoral.
Pero había que pasar de la teoría a la práctica, así que en quinto año, pasé mis vacaciones de invierno en el Centro del Cáncer de Clínica las Condes, lugar en el cual tuve mi primer acercamiento a los pacientes, sus patologías y diversos tratamientos. Años más tarde, la Finis en conjunto con el Dr. C. Carvallo, decidieron abrir un programa de formación directa en oncología médica por lo que no dudé en volver a estudiar a mi universidad”.
Luego nos cuenta más acerca de su residencia: “ Ser becado (residente) nunca es fácil. La exigencia, responsabilidades, horarios y estudio, demandan un sacrificio personal y familiar importante. Somos además, la primera generación de este programa, por lo que sus fortalezas y debilidades se han ido manifestando y solucionando en el día a día. Hemos tenido que explicar más de una vez de qué se trata este nuevo programa, y demostrar que no somos menos capaces ni peores especialistas por tener una formación directa. Somos -también- becados completamente pandémicos, por lo que a la exigencia propia de la beca se suma el estrés del momento que estamos viviendo.
Han sido años de muchísimo aprendizaje y crecimiento, tanto en lo profesional como en lo humano. Además de todos los conocimientos que estamos adquiriendo, hemos aprendido a perseverar junto a nuestros pacientes, a acompañarlos en su dolor y a ser parte importante del equipo de salud”.
Finalmente le solicitamos a Constanza nos pudiese entregar un mensaje a los actuales alumnos de medicina: “Estudien harto, preocúpense por los pacientes y por sus familias. Den lo mejor de uds, pero tengan en cuenta que las notas no lo son todo. Disfruten del proceso. Hagan amigos, participen en las actividades que les gustan, tómense tiempo para uds, viajen y aprendan a parar cuando sea necesario. Después de tantos años, nadie se acuerda si se sacó un 7 más o un 7 menos, pero los momentos, recuerdos y experiencias son con lo que uno se queda”.
Agradecemos a Constanza por su relato, y la felicitamos por su esfuerzo en la realización de la residencia de oncología médica.